Viernes 6 a.m.

El silencio se calló y sólo queda un sonido vacío. Es el murmullo de la existencia, son ondas en el agua, es viento que mueve las hojas y cerveza que se derrama sobre un pantalón negro de gabardina.

optimista

¿Lo ves? ¡Está ahí enfrente! Es liviano como el aire pero ancho como un planeta. Transparente pero de colores. No tiene límites pero puede ser encontrado en cosas muy pequeñas. Si miras directo al sol, aunque se te quemen los ojos, podrías llegar a verlo. Incluso si la luz se hubiera cortado en todo el mundo y aun con todas las estrellas muertas, si haces que tus pupilas se acostumbren, podrías ver la magia.

plegaria

salvame del silencio y la soledad
sé otra luz roja, titilando en el camino
para que mi vuelo nocturno sea pacífico
y aterrice bien

Soledad de adentro hacia afuera
frontera invisible,
infranqueable.

Estufa rota
espejo quebrado
mueca triste.

Invierno en la mirada de hielo.

Gravedad

Todo

cae

igual

de

rápido

.

El rompecabezas se mojó

y las piezas ya no encajan.

Tijeras y pegamento.

Armar todo de nuevo.

Al inquisidor

El lenguaje es insuficiente para hacerte entender. Deberías poder ver la hoguera a través de mis ojos, el infierno dentro de mi mirada, las llamas que suben hasta el cielo. Deberías poder ver el sueño y también la pesadilla. Sentir cómo el fuego hierve la sangre hasta que las venas explotan. Sacudirte de agonía, mientras la piel se achicharra, las uñas se derriten y la planta de los pies se carboniza. Escuchar tus propios gritos como un eco lejano, como si fuesen de alguien más. Tal vez, si te faltara el aire como a mí, si tuvieses que tragar hasta la asfixia el humo de tu propio cuerpo quemado, quizá entonces entenderías, finalmente, que ningún dios aceptaría matar así en su nombre.

Encuentro

Ahí hay otro, otro despierto.

Somos pocos bajo la luna,

Entre brujos y ladrones

Nos envolvemos de silencio

Nos dejamos llevar por el viento.

Y las luces rojas

Que titilan en lo alto,

más arriba

Nos guían por los sueños

Ellas y nosotros,

la noche, las nubes y la eternidad.

Haiku.

Ya desprendida la flor del cerezo
baila deslizándose sobre un suspiro de viento
y desfila del ocaso hacia el sin fin.

mantra

Ojalá que cuando venga sepa dejarme ir,

elevarme alto y lejos hacia el infinito,

volar, verde y brillante como una luciérnaga en la noche.